A la tercera va la vencida
Hay parejas que tienen tan claro su amor, que una sola boda no basta para confirmarlo. Este es el caso de Mario y Tote, que tenían previsto su enlace para el 22 de abril de 2020. Quién les iba a decir a ellos que en tan ansiada fecha se encontrarían trabajando en uno de los momentos más difíciles de sus carreras. Ambos son sanitarios, por lo que les tocó vivir en primera persona la crisis sanitaria de la COVID-19, sobre todo a Tote quién trabajaba directamente con los enfermos de coronavirus.
Pero ni las horas de duro trabajo en el hospital, ni el confinamiento impidieron que ellos se dieran el sí quiero el día previsto para su enlace. En el balcón y con todo un vecindario como testigo, celebraron su primera boda entre vítores y aplausos. Los familiares y amigos de la pareja tuvieron que conformarse con ver en vídeo este primer enlace.
Pero la boda oficial tuvo que posponerse hasta que las medidas impuestas por la pandemia se relajaron. Y así fue como el día 6 de junio de 2020 tuvo lugar la ceremonia oficial, “la de papeles” en el Palacio de Quinta Alegre, donde la pareja estuvo acompañada por sus familiares más cercanos. Oficiada por un concejal, era de las primeras bodas poscuarentena que se celebraban. Hubo algunas ausencias por las circunstancias de este duro año y no todos los familiares pudieron estar presentes, ya que la familia de Mario era de Jaén.
Nuestros objetivos fueron testigos de esta boda “oficial” de la que siempre quedará el recuerdo gracias a las fotografías allí realizadas, para que los que no pudieron estar presentes revivieran con la pareja estos momentos.
Pero las ganas de una celebración en toda regla y de una boda en la que todos sus amigos pudieran estar presentes no mermaron, y tras posponer un año esta celebración, finalmente se celebró la tercera boda el 25 de junio de 2022.
La Hacienda Señorío de Nevada fue el lugar escogido por la pareja para este día tan especial. Una hacienda elegante que mantiene la esencia tradicional granadina, rodeada por un marco natural incomparable.
Todo cuanto habían augurado para este día se cumplió con creces. Acompañamos a la pareja realizando fotografías desde los preparativos, donde se vivieron momentos muy emotivos. Uno de ellos, fue sin duda el descubrir a la llegada a la habitación, la sorpresa que los amigos le habían dejado con una caja en la que dentro había luces, chucherías y una carta muy emotiva. Aprovechamos todos estos elementos para realizar unas preciosas fotografías.
Mario y Tote se vistieron juntos ayudándose el uno al otro, lo que les hizo compartir momentos poco habituales en las bodas, siendo partícipes cada uno de las emociones del otro en todo momento. Los dos trajes, de estilo muy similar, no eran una sorpresa para ellos ya que ambos los habían visto antes. Pero eso no aminoró su emoción al verse vestidos de novios después de todo lo vivido.
En estos momentos previos al enlace en la habitación, y con las emociones a flor de piel, la pareja aprovechó para escribir sus votos. Esas palabras que se dijeron ante unos invitados enternecidos por el amor que irradia la pareja, en una ceremonia preciosa oficiada por el hermano de Mario. Este dio un discurso precioso que conmovió a todos los allí presentes, al igual que las lecturas de otros familiares y amigos.
Como punto final a esta ceremonia, los invitados lanzaron a los novios ramas de olivo. Y tras esto comenzó la celebración en la parte trasera de la hacienda, en la que la pareja disfrutó de lo lindo junto a sus familiares y amigos. Por fin Mario y Tote pudieron festejar su enlace y compartir la alegría con toda su gente. Atrás quedaban los recuerdos de los difíciles momentos que les hicieron aplazar su boda, aunque no todas las parejas pueden decir que se han casado tres veces.
Como fotógrafos de boda, establecemos un vínculo muy especial con nuestras parejas. Teníamos claro que nuestros objetivos serían testigos de esta boda, fuera cuando fuese su celebración. Ya habíamos fotografiado el enlace oficial en el Palacio de Quinta Alegre, pero sabíamos de las enormes ganas que tenían Mario y Tote de celebrar junto a sus familiares, y este día disfrutamos mucho siendo testigos de la felicidad de esta pareja que tanto se merecía poder celebrar una boda como ellos la habían soñado.
Con paciencia y amor las esperas se hacen más llevaderas, pero si tenéis la tranquilidad de haber contratado a un fotógrafo profesional para vuestra boda, podréis estar seguros de que todo lo que acontezca en vuestro gran día persistirá para siempre en el recuerdo.
