Fotografiar a un recién nacido es un auténtico arte. Existen fantásticos profesionales que realizan verdaderas obras maestras con bebés. Hay mucho de instinto, sensibilidad y talento en ello, pero también ciertos conocimientos que mejoran las fotos de bebés.
Queremos introducirte en esta actividad proporcionándote los mejores consejos para fotografiar a un recién nacido. ¿Quieres conocerlos?
Siete trucos a los que recurre el fotógrafo de tu recién nacido
La experiencia es un grado. Si tienes buenas razones para fotografiar a tu recién nacido y te habitúas a hacerlo, poco a poco irás consiguiendo mejores resultados. Ahora bien, si conoces estos trucos, que los profesionales aplicamos, acortarás esa transición inicial y empezarás a obtener estupendos resultados mucho antes.
1. Bienestar del peque
Asegúrate de llevar a tu chiquitín recién comido y cambiado, con sus necesidades básicas bien cubiertas. No interrumpas su siesta, o su ratito de ocio, para realizar este reportaje. Además, tú también debes sentir tranquilidad y relajación: a menudo somos nosotros quienes les contagiamos el nerviosismo.
Elige un lugar cálido, acogedor, cómodo y, en lo posible, con un sonido suave y reconfortante para él. Un abrazo paterno o materno antes de empezar, así como arroparlo con tejidos suaves, también es conveniente.
2. Mantente alerta
Fotografiar a un recién nacido no es como hacer un retrato publicitario con actores. En ese caso, puedes controlarlo todo y definir la expresión y el planteamiento que deseas. Esto tiene más de safari fotográfico: debes permanecer atento y reaccionar cuando se producen esas expresiones inesperadas, maravillosas, que te permitirán lograr fotos magníficas.
3. Máxima seguridad
Los profesionales sabemos lo importante que es mostrar seguridad a la hora de conseguir las mejores instantáneas. Hay que extremar al máximo la higiene y ten a mano un gel de alcohol para desinfectarlo todo. Utilizar telas, textiles y accesorios perfectamente higienizados, establecer una temperatura ambiente de unos 29 grados y asegurarse de que la cámara siempre mantiene la correa puesta para evitar cualquier accidente.
4. Trabaja en equipo
Es más complicado desenvolverse bien al hacer fotos a bebés cuando el trabajo se hace en solitario. Siempre va bien tener un ayudante para tener vigilado al peque, nos asista en los detalles y con quien formemos un tándem solvente. Tu complicidad como madre o padre nos va de maravilla.
5. Elige bien tu objetivo y tu encuadre
La mirada del autor es fundamental en este tipo de instantáneas. Así, es habitual utilizar un teleobjetivo luminoso o una focal fija para reducir la profundidad de campo y endulzar cada imagen. Si disponemos de mayor largura focal, podremos alejarnos del chiquitín y, posiblemente, este se sentirá más tranquilo o relajado.
Además, animamos a variar el punto de vista, a enfoca a los ojos, aproximar la imagen e inmortalizar los detalles que no siempre son advertidos, como sus deditos, su orejita o cualquier movimiento cotidiano.
6. Luz adecuada
Podemos utilizar el flash al realizar estas fotos, pero nunca directamente hacia su cara. Lo mejor es aplicar una luz suave, rebotar el flash o apostar por la luz natural. El ambiente final debe ser acogedor y agradable para tu bebé, que debe sentirse plácido y seguro.
Utilizar paneles blancos para generar haces indirectos y mantener el ISO bajo para eliminar el ruido de la imagen es lo más idóneo.
7. Paciencia y muchas fotos
La tenacidad es clave. La espontaneidad no se improvisa, por eso es fundamental tirar muchas fotos de cada escena para poder elegir, después, la más impactante. Estos reportajes, profesionales requieren mucho tiempo y todavía más paciencia. El resultado merecerá la pena.
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Gracias a estos trucos conseguimos un reportaje fotográfico espectacular de tu recién nacido. Sobre todo, recuerda lo importante que es acudir a un buen profesional, ya que es garantía de éxito. ¡Piénsalo!
