Tras 9 meses de espera e impaciencia, por fin has conocido a tu bebé. ¡Es maravilloso! Tan chiquitín y perfecto, tan igual o tan distinto a como te lo imaginabas. Día a día, va a cambiar muchísimo. Por eso te recomendamos hacerle fotos a tu recién nacido cuanto antes. Algunos de esos recuerdos, que ahora te parecen imborrables, se acabarán olvidando dentro de unos años.
La fotografía de bebés te permite preservar esas vivencias, de un modo concreto y real, por siempre y para siempre. ¿Quieres saber más?
¿Por qué fotografiar a tu recién nacido?
Te planteamos a continuación media docena de motivos que responden a la pregunta capital de esta entrada: por qué hacer una sesión de fotos a tu recién nacido. Si todavía tienes alguna duda a este respecto, seguro que acabas pensando lo contrario.
1. El tiempo pasa demasiado deprisa
El nacimiento de un hijo es el momento más importante de tu vida, no te quepa duda. Sin embargo, son tantas las novedades, las obligaciones, las emociones y las decisiones que debes adoptar en esta etapa, que el tiempo pasa muchísimo más rápidamente de lo que nunca habías podido imaginar.
La plenitud y la intensidad que estás viviendo dejarán en ti una profunda huella, siempre recordarás las sensaciones en abstracto y algunos detalles aislados del momento, pero no todos. ¿Quieres renunciar para siempre a algunos de esos recuerdos tan bonitos?
2. Tu hijo cambia muy rápido
Cada día es único. La evolución física y conductual que experimenta tu bebé es espectacular y cotidiana. Día tras día cambia, adquiere nuevas expresiones, comportamientos y aspectos físicos. Si realizas un reportaje de fotos a tu recién nacido, inmortalizas ese momento diferencial y podrás recordarlo siempre.
Si, además, realizas esta práctica con cierta periodicidad, tendrás un reportaje continuado que plasmará, maravillosamente, esa evolución personal.
3. Tu hijo conocerá cómo era
Es posible que tú recuerdes algunas cosas de esa etapa, pero tu chiquitín, cuando crezca, necesitará saber y sentirá curiosidad por cómo era. Él sí que no recordará nada. Esos preciosos reportajes gráficos le aportarán la información y los conocimientos que desea.
Por otra parte, ¿te imaginas lo que hará cuando tenga, a su vez, su primer hijo? Muchas de las especulaciones sobre a quién se parece y a quién no ese futuro nieto tuyo terminarán con este testimonio visual incontestable.
4. Gran expresividad visual
En estos primeros días de vida, los bebés son verdaderamente expresivos y llenan de belleza, esplendor e impacto cualquier fotografía.
Entre los 7 y los 10 días de vida aún mantienen su postura fetal y pasan mucho tiempo dormidos. Un buen profesional de la fotografía de bebés sabe cómo colocarlos y aprovechar sus posiciones para realizar instantáneas espectaculares.
5. Retratos familiares
¿Tu bebé tiene hermanitos? Participar en un reportaje profesional de fotos juntos es una experiencia estupenda que contribuye a crear lazos de hermandad y, en muchas ocasiones, ayuda a empezar a diluir esos celos tan típicos entre los hermanos.
Por otra parte, las fotos de familia con los papás, los abuelos y el resto de los protagonistas más cercanos al bebé se convierten en preciosas imágenes con las que podrás decorar tu casa o alimentar un inolvidable álbum de fotos.
6. Experiencia placentera
No lo dudes: cuidar a un recién nacido es muy estresante, especialmente para los padres primerizos. No siempre somos capaces de relajarnos y disfrutar al máximo de ese acontecimiento tan precioso.
Acudir a una sesión profesional de fotos con tu bebé, si te pones en buenas y experimentadas manos, es una vivencia encantadora, relajada y divertida, de la que todos acabaréis disfrutando.
Como ves, sacar fotos a tu recién nacido es muy positivo. Y acudir a un profesional especializado, al menos en sus primeros días de vida, una decisión altamente recomendable.